En lo que va de 2011, creció un 10% el registro de armamento en mano de personas físicas. La cifra es superior si se consideran a las empresas que invirtieron en seguridad y a las ilegales.
La Dirección General de Armamento del Ministerio de Seguridad Pública (MSP) informó que el año pasado se registraron 3.175 armas, mientras que en los primeros ocho meses de 2011 el número fue de 3.505.
El ministro de Seguridad, Mario Zamora, afirmó que los datos evidencian la reacción de parte de la ciudadanía ante la inseguridad. "Cuanto más insegura se siente, más capacidad de fuego busca", señaló.
Añadió que el aumento en la inscripción de armamento se debe a que las personas sienten que pueden repeler, por su cuenta, los golpes de la delincuencia. Esto quedó confirmado este mes luego de que tres intentos de asalto terminaran con cuatro presuntos ladrones muertos. En todos los casos, los familiares de los fallecidos negaron que se dedicaran a actividades criminales.
Francisco Segura, subdirector del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), manifestó que esos hechos demuestran que hay demasiadas armas de fuego en la calle, situación que calificó como "preocupante".
Advirtió que tener un arma no garantiza la protección contra la delincuencia. "Muchas de las armas que compran los ciudadanos se usan en su contra o terminan en manos de los criminales, que se las roban", destacó.
El ministro Zamora coincidió: "No estoy en contra de los que tienen armas y las usan responsablemente. En los hechos de este mes, las personas salieron airosas de los asaltos, pero esos casos son la excepción. Por lo general, quienes resultan lastimados son los ciudadanos, no los delincuentes", consideró.
Otro de los puntos a tener en cuenta es que la tenencia de armamento posiblemente sea superior a la demostrada por los números oficiales debido a que gran parte de ellas son adqueridas de forma ilegal. William Hidalgo, director general de Armamento, señaló que de las 400 armas destruidas en septiembre, sólo 198 estaban inscritas.
Para los empresarios del sector, no debe satanizarse la tenencia de un arma de fuego cuando el propietario le da un uso reponsable. "El problema de inseguridad no se soluciona restringiéndolas. El mercado negro mantiene altas ventas y es donde compran los ladrones", señaló Peter André, dueño de una armería.
INFB
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