Con la muerte del presidente venezolano Hugo Chávez, Cuba perdió a su principal benefactor, cuyo futuro ahora ve un horizonte incierto.
El firme apoyo que Hugo Chávez dio a Fidel Castro y luego a su hermano Raúl volvió a posicionar a Cuba en el centro de la política latinoamericana. El chavismo no sólo refrescó al régimen comunista desde lo ideológico, sino que se convirtió en un salvavidas para la debilitada economía comunista.
"Estoy seguro de que los cubanos están preocupados, pero no pienso que esto cambie el juego. Han capeado tormentas peores en el pasado", dijo Frank Mora, ex subsecretario de Defensa para Asuntos del Hemisferio Occidental durante el primer gobierno de Barack Obama.
Chávez es visto en Cuba como un líder irremplazable de la región y un salvador del socialismo. "Una vez más, el horizonte para toda Latinoamérica se ha ensombrecido", dijo Eric Rodríguez, un vendedor de refrigerios. "Sólo espero que Venezuela pueda soportar este golpe, pero el camino por delante no será fácil, no para Cuba", agregó.
En la isla, el martes se instaló el temor de perder a un aliado estratégico, como ya había pasado con la caída de la URSS, y de las consecuencias que eso tendría en la economía cubana, dependiente de los petrodólares venezolanos.
Durante las presidencias de Chávez, su país y Cuba formaron más de 30 empresas mixtas durante los años. En 2011, Venezuela representó 8.300 millones de dólares de los 20.000 millones en comercio exterior registrados por Cuba.
El gobierno venezolano paga a La Habana unos 6.000 millones de dólares o más anualmente por la misión de salud. Esto equivale al 60% de lo que ganó en comercio exterior por servicios. Además, los bancos venezolanos otorgan créditos blandos para decenas de proyectos de desarrollo en la isla.
Mientras algunos cubanos sentían temor, otros eran más optimistas de que el sucesor elegido por Chávez, el vicepresidente Nicolás Maduro, gane las elecciones que deberán celebrarse dentro de los próximos 30 días.
Los expertos dijeron a Tal Cual Digital que una victoria de la oposición venezolana, vista como improbable, ciertamente generaría un movimiento en La Habana. Mientras que la amenaza de inestabilidad en el futuro de Venezuela, en caso de triunfar el chavismo, ocupará la mente de los líderes cubanos.
"Asumiendo que Maduro sea elegido, Venezuela continuará sus subsidios clave de petróleo, pero tanto los mercados de crédito internacionales como los líderes cubanos pueden ahora ver más claramente un futuro donde Cuba tendrá que impulsar su autosuficiencia energética y mejorar sus calificaciones crediticias", dijo Carlos Saladrigas, titular del Cuba Study Group.
Mora estuvo de acuerdo con que la inestabilidad en el mediano plazo en Venezuela será el desafío más grande. "Será ver si Maduro puede mantener a todas las facciones diversas dentro del chavismo por un período largo de tiempo, especialmente si la economía venezolana enfrenta problemas macroeconómicos y no puede continuar subsidiando el apoyo político", concluyó.
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