Vea la isla móvil paradisiaca, la nueva atracción en alta mar. (Fotos)
El 'Tropical Island Paradise' posee 90 metros de eslora, 33 de manga y ocho de calado. Gran parte de la cubierta está ocupada por una piscina cuya agua procede del volcán.
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¿Para qué viajar hasta una isla paradisíaca perdida si se puede navegar en ella a cualquier parte del mundo? El estudio Yacht Island Design ha trazado un proyecto que haría posible esta excentricidad.
El 'Tropical Island Paradise' posee 90 metros de eslora, 33 de manga y ocho de calado, aunque nadie que vea por primera vez la embarcación se fijará en sus dimensiones, sino en el volcán que corona la cubierta y sus alrededores.
Gran parte de la cubierta principal está ocupada por una descomunal piscina cuya agua procede de la cascada del volcán. Este 'lago' posee vistas panorámicas gracias a los ventanales ubicados en la pared de popa, es decir, que el pasajero podría estar buceando al mismo tiempo que contempla el paisaje del exterior del barco.
El resto de la cubierta está diseñada como una playa privada, repleta de palmeras y cabañas, así como un bar y una zona social con una gran mesa. En el otro extremo de la cubierta se encuentra el helipuerto.
Dentro del volcán se encuentran los camarotes, siendo la del armador la más grande al tener dos pisos de altura. En las entrañas del 'Tropical Island Paradise' también hay espacio para unasala de cine, una biblioteca, spa, gimnasio y una sala de juegos.
Este superyate, cuyas líneas exteriores tienen un marcado carácter futurista, está concebido con una capacidad para 10 personas. El casco es de acero y la superestructura de una composición de aluminio y frp. Según sus creadores, la isla navegaría a una velocidad máxima de 15 nudos (casi 28 kilómetros por hora) y estaría propulsada por un motor híbrido.
El 'Tropical Island Paradise' es el segundo proyecto de este estudio de diseño tras el también extravagante 'Las calles de Mónaco'. Dicen que sus 'criaturas' están llamadas a revolucionar el mercado de los megayates. Ahora sólo hace falta que un multimillonario quiera encargar una de estas embarcaciones y pagar varios cientos de millones de euros.