Presidenta india autoriza ejecuciones tras siete años de negación
Ésta es la primera vez desde el año 2004 que un jefe del Estado indio confirma una pena capital decretada por el Supremo.
AFP |
La mandataria "consideró que estos dos prisioneros no merecían una revisión de su pena y que sus delitos los hacían acreedores de la condena a muerte, por lo que decidió confirmarla", informó una fuente del Gobierno.
Los inculpados son Devinder Pal Singh Bhullar, acusado de planear ataques terroristas con el resultado de varios fallecimientos, y Mahendra Nath Das, implicado en un asesinato.
Ésta es la primera vez desde el año 2004 que un jefe del Estado indio confirma una pena capital decretada por el Supremo. Hasta ahora, ha sido una práctica común que los presidentes perdonaran a los condenados o que no se pronunciaran sobre sus peticiones de clemencia para alargarlas indefinidamente como una forma de mantener una moratoria no escrita. Antes de la última ejecución, habían pasado otros catorce años sin la pena máxima.
"La ejecución de dos hombres tras un hiato de siete años es completamente decepcionante y supone un paso atrás para los derechos humanos en el país", señaló el director de Amnistía Internacional para Asia-Pacífico, Sam Zarifi. "Para la India, usar la pena de muerte en este momento supondría dar la espalda a la tendencia global a favor de la abolición de las ejecuciones, un número que continúa en declive", añadió.
La Justicia india aplica la pena capital siguiendo el principio de caso "rarest of the rare" ("el más extraordinario entre los extraordinarios"), que abarca delitos de especial violencia o alevosía. El problema es que la Corte Suprema no tipificó, en su momento, qué delito era "extraordinario" y cuál "el más extraodinario", de modo que las sentencias son discrecionales.
El Estado indio había reconocido sólo 45 condenados a muerte desde su independencia en 1947 hasta 2004, aunque Amnistía Internacional afirma que en la década de 1960 se produjeron 1.450 ejecuciones.
INFOBAE
INFOBAE