El régimen de Teherán ahorcó a miembros del grupo Muyahidines del Pueblo de Irán, condenados por participar de protestas contra la reelección fraudulenta de Ahmadinejad. Uno de ellos fue ahorcado en una plaza.
Las autoridades iraníes ejecutaron hoy a seis hombres –entre ellos uno condenado por violación que fue ahorcado en una plaza pública y dos opositores–, informa la prensa estatal.
Los otros tres fueron ahorcados al amanecer en el patio de la cárcel de Evin, en el norte de la capital, acusados de haber violado en 2007 a un adolescente, explicó la Fiscalía General de Teherán en un comunicado difundido por la agencia local de noticias estudiantil, Isna.
Con estas nuevas ejecuciones, son ya 51 los ahorcados en la República Islámica desde que comenzó el año. Omid Barak, de 24 años, fue ahorcado en un patíbulo instalado en la plaza central de Karaj, una ciudad-dormitorio situada a unos 25 kilómetros de la capital, tras haber sido condenado a la pena capital por asesinar, violar y robar a diez mujeres.
Esta es la segunda ejecución pública en Irán en menos de un mes. La ejecución pública era un procedimiento muy habitual en los primeros tiempos de la República Islámica –fundada en 1979–, pero en los últimos años había sido confinada a los patios de las cárceles para mejorar la imagen del país.
Sin embargo, el pasado año ya se volvió a informar de castigos físicos –como los latigazos– y de ejecuciones en las calles, como la llevada a cabo en noviembre en la ciudad de Isfahán, en el centro del país.
Los tres ahorcados esta jornada en la prisión de Evin fueron identificados como Ghavam Atakeshzadeh, Mostafa Karimi Khaneghah y Reza Dehghan, según la nota de la Fiscalía General de Teherán.
Los dos opositores, Jafar Kazemí y Mohamad Alí Hajaghaeí, pertenecientes al grupo opositor en el exilio Muyahidin Jalq (Combatientes del Pueblo), fueron ejecutados en el patio de una cárcel de la capital.
Ambos habían sido arrestados en septiembre de 2009, acusados de "estar vinculados a una red de conspiradores dirigidos desde el Reino Unido, distribuir propaganda prohibida, filmar y fotografiar las propuestas", recordó este lunes la televisión estatal.
Semanas atrás, las autoridades iraníes ya ahorcaron a otro miembro de la los Muyahidin Jalq, también detenido tras las protestas.
Miles de personas fueron detenidas durante la represión de las movilizaciones postelectorales, en las que también perdieron la vida unos treinta iraníes, según cifras oficiales, y más de 70 de acuerdo con la oposición.
Asimismo, más de un centenar fueron condenados a diversas penas de prisión, e incluso a la horca, acusados de atentar contra la seguridad nacional y participar en una supuesta conspiración para derrocar al régimen.
Desde entonces, Irán está sumido en la peor crisis social y política sufrida por el país desde que en 1979 triunfó la revolución que destronó al último Sha de Persia, Mohamad Reza Pahleví.
En Irán rige una interpretación de la Ley Islámica o Sharia que condena a la pena capital a los asesinos, a los violadores, a los narcotraficantes y a aquellos que atenten contra la ley de Alá y la República Islámica.
Según las estadísticas que maneja la organización de defensa de los derechos humanos Amnistía Internacional, Irán es, con más de 300 ahorcamientos al año, el segundo país del mundo que más ejecuciones realiza, detrás de China, y delante de Arabia Saudí y Estados Unidos.
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