La actriz sigue una dieta muy estricta y se niega a escuchar las recomendaciones de que aumente de peso. lleva la misma talla de cintura que un niño de ocho años.
Megan Fox cada vez está más delgada y su imagen está empezando a ser preocupante. La actriz sigue una dieta muy estricta y se niega a escuchar las recomendaciones de que aumente de peso, aunque ya lleva la misma talla de cintura que un niño de ocho años.
La imagen de Megan Fox no parece demasiado saludable últimamente. Lejos de las curvas que lucía hace unos años, ahora la joven parece obsesionada con perder peso y su entorno está empezando a preocuparse.
"A Megan puede que le guste su aspeco, pero sus piernas son demasiado delgadas y no escucha a nadie que intente decirle que suba de peso", han declarado fuentes de la revista británica Now.
Pese a que, según aseguran, Fox lleva una dieta estricta de 1.000 calorías diarias y su talla de cintura es la misma que la de Kassius, el hijo de su marido, de ocho años; ella insiste en que se alimenta de forma sana.
"Está feliz con su aspecto y come de forma equilibrada. Le encanta el sushi. No está comiendo nada malo, es sólo que no come lo suficiente", sentencia esta misma fuente.
No es la primera ocasión en que Fox levanta polémica por su imagen de delgadez. El director de Transformers, Michael Bay, le exigió subir de peso si quería participar en la tercera entrega de la saga, pues vio cómo las curvas de la actriz desaparecían con tanta dieta.
Ella se enfureció y decidió abandonar el proyecto, según recoge The Sun, y por el momento no parece que vaya a cambiar de idea en cuanto a su forma de alimentarse.
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