Tras el anuncio, poderosos grupos han instado al
Gobierno a reconsiderar la idea porque podría dañar la economía y significaría un mayor gasto en importaciones de combustibles caros.
(Reuters) - El gobierno de Japón aprobó un nuevo plan energético para reducir la dependencia del país de la energía nuclear a raíz del desastre del año pasado en Fukushima, pero retiró una referencia para cumplir con el objetivo de no usar esa energía para el 2030, dijeron el miércoles ministros.
Desde que el plan fue anunciado el viernes, poderosos grupos de presión de la industria de Japón han instado al Gobierno a reconsiderar el compromiso de dejar la energía nuclear, argumentando que podría dañar la economía y significaría un mayor gasto en importaciones de combustibles caros.
El ministro de Comercio, Yukio Edano, quien también supervisa la cartera de Energía, dijo que el gabinete había aprobado el nuevo plan energético.
"Pero si podemos llegar a dejar la energía nuclear en la década de 2030 no es algo que se logra sólo con la decisión de los responsables políticos. También depende de la voluntad de los usuarios (de electricidad), de la innovación tecnológica y del ambiente de la energía a nivel internacional en los próximos 10 o 20 años", dijo.
Al abandonar su dependencia de la energía atómica, Japón apunta a triplicar la participación de energía renovable al 30 por ciento de su matriz energética hacia la década del 2030, pero seguirá siendo un importante importador de petróleo, carbón y gas.
El ministro de Finanzas Jun Azumi dijo en una rueda de prensa que había necesidad de ser flexibles en la política para evitar poner una carga al público en un país donde la energía nuclear suministraba el 30 por ciento de la electricidad antes de Fukushima.
Gran parte de los reactores nucleares de Japón están paralizados por controles de seguridad después del terremoto y tsunami de marzo del 2011 que devastaron la planta de Fukushima Daiichi, provocando el peor desastre nuclear desde Chernóbil en 1986.
Bajo el nuevo plan energético, los reactores deberían tener una vida de 40 años. Además, los reactores cerrados después de lo sucedido en Fukushima podrán reanudar sus labores sólo si un nuevo regulador nuclear confirma que son seguros.
Tampoco se podrán construir nuevos reactores.
La recientemente creada Autoridad de Regulación Nuclear (NRA, por sus siglas en inglés) decidirá si los reactores actualmente en construcción son lo suficientemente seguros para iniciar operaciones comerciales, dijo Edano.
Cuando le preguntaron si los nuevos reactores en construcción podrían operar después de la década de 2030, Edano dijo que esa decisión se tomará más adelante.
Desde que el plan fue anunciado el viernes, poderosos grupos de presión de la industria de Japón han instado al Gobierno a reconsiderar el compromiso de dejar la energía nuclear, argumentando que podría dañar la economía y significaría un mayor gasto en importaciones de combustibles caros.
El ministro de Comercio, Yukio Edano, quien también supervisa la cartera de Energía, dijo que el gabinete había aprobado el nuevo plan energético.
"Pero si podemos llegar a dejar la energía nuclear en la década de 2030 no es algo que se logra sólo con la decisión de los responsables políticos. También depende de la voluntad de los usuarios (de electricidad), de la innovación tecnológica y del ambiente de la energía a nivel internacional en los próximos 10 o 20 años", dijo.
Al abandonar su dependencia de la energía atómica, Japón apunta a triplicar la participación de energía renovable al 30 por ciento de su matriz energética hacia la década del 2030, pero seguirá siendo un importante importador de petróleo, carbón y gas.
El ministro de Finanzas Jun Azumi dijo en una rueda de prensa que había necesidad de ser flexibles en la política para evitar poner una carga al público en un país donde la energía nuclear suministraba el 30 por ciento de la electricidad antes de Fukushima.
Gran parte de los reactores nucleares de Japón están paralizados por controles de seguridad después del terremoto y tsunami de marzo del 2011 que devastaron la planta de Fukushima Daiichi, provocando el peor desastre nuclear desde Chernóbil en 1986.
Bajo el nuevo plan energético, los reactores deberían tener una vida de 40 años. Además, los reactores cerrados después de lo sucedido en Fukushima podrán reanudar sus labores sólo si un nuevo regulador nuclear confirma que son seguros.
Tampoco se podrán construir nuevos reactores.
La recientemente creada Autoridad de Regulación Nuclear (NRA, por sus siglas en inglés) decidirá si los reactores actualmente en construcción son lo suficientemente seguros para iniciar operaciones comerciales, dijo Edano.
Cuando le preguntaron si los nuevos reactores en construcción podrían operar después de la década de 2030, Edano dijo que esa decisión se tomará más adelante.
0 comentarios:
Publicar un comentario