Nueve especialistas en amenazas biológicas y nucleares del Pentágono viajarán para asesorar a las autoridades. El Ejército autorizó a las familias de sus soldados y a los empleados civiles a abandonar el país.
El secretario de Estado estadounidense, Robert Gates, autorizó una partida inicial de 35 millones de dólares para ayuda humanitaria. La misión de los nueve militares, que analizarán las consecuencias de la fuga radiactiva de la central de Fukushima, también asesorarán a los mandos estadounidenses desplegados en la región para determinar si es necesario el envío de tropas adicionales.
El Departamento de Defensa anunció igualmente que los familiares de los militares y civiles que trabajan en las 85 bases estadounidenses en Japón serán reubicados. La notificación se produce horas después de que el Departamento de Estado autorizara el desplazamiento de sus empleados de la zona noreste del país.
"Washington está trabajando para facilitar la salida de ciudadanos estadounidenses en un radio de 80 kilómetros de la planta nuclear", señaló el coronel David Lapan. La reubicación será temporal, explicó, y las familias "volverán cuando la situación en la región se haya resuelto".
"Miles de personas podrían estar concernidas. Pueden partir de forma voluntaria a bordo de aviones comerciales", indicó y agregó que los gastos serán costeados por el gobierno estadounidense.
Mientras tanto, aseguró que las Fuerzas Armadas continúan en Japón y que su país "tiene total capacidad para cumplir con los compromisos de su alianza de defensa y mantener la paz y la seguridad en la región".
Los Estados Unidos tienen desplegados en el país 38.000 militares en 85 bases en las islas de Honshu, Kyshu y Okinawa y 11.000 a bordo de los barcos de la VII Flota. Además, trabajan para el Departamento de Defensa 5.000 civiles estadounidenses, 43.000 contratistas y 25.000 japoneses, en virtud del acuerdo de cooperación mutua y seguridad firmado en 1960.
El presidente Barack Obama destinó 14 barcos, dos camiones de bomberos, 113 helicópteros y 17.000 marineros e infantes de marina para participar en las labores de rescate y asistencia; y 448.000 litros de agua y 1.906 toneladas de comida.
El mandatario visitó la embajada japonesa en Washington y firmó el libro de condolencias. Escribió: "Mi corazón está con el pueblo de Japón durante esta enorme tragedia".
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