"Un ataque al profeta es un ataque a los 1.500 millones de musulmanes. Por lo tanto, es algo inaceptable", dijo el primer ministro pakistaní, Raja Pervez Ashraf, en un discurso a políticos, líderes religiosos y otros.
Manifestantes se enfrentaron con la policía en la ciudad pakistaní de Peshawar el viernes, mientras la ira por los insultos al profeta Mahoma bullía por todo el mundo árabe pese a los llamamientos de líderes políticos y religiosos a realizar protestas pacíficas.
Las delegaciones diplomáticas occidentales en todo el mundo musulmán reforzaron la seguridad y algunas cerraron al esperar grandes protestas después de las oraciones del viernes.
Un filme antiislámico rodado en Estados Unidos ha enfurecido a los musulmanes y ha provocado días de protestas en toda la zona, mientras que se prevé que unas viñetas que se burlan del profeta Mahoma publicadas en una revista francesa aumenten la indignación.
El máximo funcionario legal islámico de Egipto dijo el jueves que los musulmanes deberían seguir su ejemplo y afrontar los insultos sin venganza.
Pero era poco probable que el llamamiento calme los ánimos.
"Un ataque al profeta es un ataque a los 1.500 millones de musulmanes. Por lo tanto, es algo inaceptable", dijo el primer ministro pakistaní, Raja Pervez Ashraf, en un discurso a políticos, líderes religiosos y otros.
Pakistán ha declarado el viernes como "Día de amor al profeta Mahoma".
Los manifestantes salieron a la calle de la ciudad pakistaní de Peshawar, una antigua ciudad fronteriza en la carretera principal que conecta con Afganistán, incendiaron dos cines y se enfrentaron con efectivos de la policía antidisturbios que trataron de dispersarlos con gases lacrimógenos.
Al menos cinco manifestantes resultaron heridos, dijo un médico en el principal hospital de la ciudad. La emisora televisiva ARY dijo que un empleado había muerto.
REUTERS
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